Contra una ley injusta
Recordaréis el relato de la mujer, sí, aquella que sufrió
violencia de género y la que sin poder hacer nada se quedaría sin hogar en una
semana, un hogar que supuestamente garantiza la Constitución Española del 78,
como así se recoge en el artículo 47 de esta, y lo establece tal como “Todos los españoles tienen derecho a
disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las
condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer
efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el
interés general para impedir la especulación. La comunidad participará en las
plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos.”
Me pregunto, con más motivos cada día, como puede ser tan
falsa a la que denominan ley magna, ley inviolable de un Estado, para unos
intereses, pero para otros ya no es tan inviolable. Todos conocemos
los casos sangrantes de desahucios, y no hablo de segundas viviendas, no, hablo
de la única casa que tienen muchas familias, en la única casa donde está
nuestra vida, donde la construimos. Si se cumpliera ese derecho nadie estaría
sin una vivienda, que como así defiende la Constitución es uno fundamental,
lástima que solo se quede en el papel, en la inútil teoría, y no se lleve a la
útil práctica.
Me quedé sin casa, como podréis deducir no conseguí que esos
despiadados banqueros, mejor dicho, la cúpula directiva, perdonara la deuda a
una pobre mujer con dos hijas, que ahora yace en cama de una amiga, al menos en
una cama no como otra mucha gente, que permanece en la calle, en la triste
calle, no solo nos quitaron una casa, no, nos quitaron algo más, nos
arrebataron la dignidad que tiene toda persona, arrojando a muchos a la calle
cual vulgar animal. Cuando llegó la orden de desalojo no pude hacer nada, la
nueva ley del Gobierno, sanciona con multas de hasta 600000 euros por intentar
impedir un desahucio, no es suficiente con quitarnos la casa, sino que también
nos quieren matar poniéndonos multas, que es imposible que podamos pagar- ¿De
verdad creen que a quienes nos arrebatan la casa vamos a tener semejante dinero
o simplemente esperan que nos quedemos en una esquina sin hacer nada,
quedándonos mirando cómo nos quitan nuestro hogar, nuestra vida?
Esta ley también impide grabar a un policía, ¿por qué?,
quizá temen que alguien grabe algún acto, que lejos de proteger a los
ciudadanos, sea algo totalmente contrario, insultando, agrediendo, maltratando,
en definitiva abusos de autoridad, en un país democrático, las fuerzas del
orden están para proteger y respetar a los ciudadanos, no para que el propio
Estado los encubra, ojalá la frase quis
custodiet ipsos custodes?1 se tratara más seriamente, ahora ya nadie puede vigilarlos, ni
siquiera los ciudadanos, ya no, puesto que si hacen algo fuera de la ley,
la que supuestamente deberían defender, también te condenarían a ti por la valiente acción de grabarlo.
Esta es mi reflexión acostada al lado de mis hijas, en una
cama ajena, en una cama que doy gracias por tener un techo que gracias a la
buena voluntad de mi amiga lo he podido tener al igual que otra gente que ahora mismo está dependiendo de la buena acción de familiares o/y amigos un
techo que debería proporcionar el Estado pero que lejos de eso, beneficia a los
que nos los quieren quitar, y nos condena a ser impotentes, a que las lágrimas
corran por nuestros ojos y a que la rabia que tenemos, la tengamos que reprimir
para nosotros ahogándonos en un sufrimiento que creo, no merece ningún humano.
Como conclusión de esta reflexión diré que cada día creo más
que una mayoría absoluta es en verdad una dictadura que nos la tratan de vender
como una democracia, una democracia en la que, desgraciadamente, cada vez creo
menos.
1 ¿Quién vigila a los vigilantes?
Comentarios
Publicar un comentario